viernes, 21 de junio de 2013

TP N° 3 - Autoreferencialidad

Para la consigna de autoreferencialidad intente trabajar de vuelta los planos vertical y horizontal, quise abordar mi trabajo desde el juego, entonces decidí hacer una pequeña instalación con una serie de objetos, en este caso juguetes u otro elementos que aludieran a eso.  






Finalmente para cerrar el proceso, decidí abordar una de la formas que más me interesan los poliedros, en este caso un icosaedro. Lo que hice fue realizarlo en cartón gris y encima pegarle los distintos gradientes que obtuve del pan rallado quemado, uno por cada cara, con el objetivo de que contrastara bien cada tono. Y alrededor dispuse el mismo material mezclándonos bien para que se aprecie un gradiente más suave. 
Por otro lado en el plano vertical monte las tostadas, esta vez con cartón gris por detrás para facilitar su adición a la pared, en esta ocasión lo corte con la cantidad correspondiente de triángulos que hace falta para que formen el icosaedro.

Si pienso en la obra, el sentido de este trabajo reside en la relación entre estas dos materias tan diferentes. El pan material amorfo en si mismo, pero que tiene una amplia variedad de posibilidades en cuanto su acabado superficial. Y los poliedros, formas geométricas que son comprendidas en un dimensión virtual, exactas, y medibles. 
El juego entre lo inasible y lo mensurable, lo ilegible y lo compresible, lo bidimensional y lo tridimensional, son estas las tensiones que dialogan y construyen la obra. 





Utilice pan de miga común y de salvado para tener mas variedad de tonos. Lamentablemente el efecto no fue el mismo, la tostadas se quebraban fácilmente, lo que dificulto el montaje (quedando horriblemente horrible ) y resulto en un pésimo registro. De cierto modo pensaba que con resolver esa cuestión, la del montaje, se podría leer mas como obra y no tanto como simple pan. 



Me gusto la idea de intentar trabajar con el plano vertical y horizontal para hacer una especie de instalación. También trabaje con pan rallado de la misma manera, lo fui quemando en diferentes tiempos. El resultado me fue bastante gratificante, el gradiente me pareció más sutil.



(ESTABA DESESPERADO Y NO SE ME OCURRÍA NADA DE NADA!!!)

Creo que este fue el primer acierto, se me había quemado un tostada y decidí usar las tonalidades que el pan me brindaba. Lo corte en tiras y los fui quemando en diferentes tiempos, luego los coloque un al lado del otro para que se entienda como escala. Se sugirió que cambie el tamaño.

No recuerdo porque le puse acrílico dorado. 



Decidí llevarlo al material, como se ve en los últimos dos casos. Siempre caía en lo simbólico, quizás no me daba cuenta que el hecho de hacer el objeto no era menos simbólico que poner el objeto en si.

Entonces recuerdo que tenia un sanguchito y me pareció divertido (interesante) tratar de trabajar con ese material, e hice en un intento bastante elemental cortar los fiambres para que se parecieran a los objetos anteriores. Pero claramente no lo logre, y aún en su lectura se evidenciaba su propio material, el salame como salame y la mortadela como mortadela.





Esta vez intente ir a lo "cómodo" y rápido, es decir, usar la tablet. Intente seguir con imágenes que tuvieran alguna textura que simule ser desagradables, pero debido a que carece de material y es virtual, se termino descartando.